Después de una serie de intentos fallidos, la NASA ha alcanzado finalmente un hito al regresar a la Luna gracias al módulo de aterrizaje Odysseus de la empresa privada Intuitive Machines. Este módulo aterrizó en el cráter Malapert A, aproximadamente a 300 kilómetros del polo sur lunar, tras un viaje de siete días desde su lanzamiento por SpaceX. La nave, del tamaño de una cabina telefónica, transportaba 12 cargas útiles, incluyendo seis instrumentos científicos y tecnológicos de la NASA, por los cuales la agencia pagó 118 millones de dólares.
El alunizaje tuvo lugar a las 5:23 pm, hora del centro de México, marcando un logro significativo ya que otras compañías no han tenido éxito en misiones similares. Por ejemplo, el módulo Peregrine de Astrobotic, lanzado a principios de 2024, tuvo que dar por terminada su misión antes de lo previsto debido a una fuga de combustible.
La última vez que la NASA llegó a la Luna fue en 1972 con las misiones Apolo, y hasta ahora se había limitado a la órbita lunar con el Lunar Reconnaissance Orbiter. Sin embargo, con el programa Artemis, la agencia busca establecer una presencia humana sostenible en la Luna durante la década de 2020 y enviar astronautas a Marte para finales de la década de 2030 o principios de la década de 2040.
El módulo Odysseus forma parte del programa CLPS (Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar), que permite a la NASA reservar viajes para probar instrumentos científicos en módulos de aterrizaje lunar construidos por empresas estadounidenses. Este contrato incluyó seis experimentos de la agencia diseñados para recopilar datos durante el descenso y el aterrizaje, así como para comprender mejor la interacción del escape del motor con la tierra y las rocas lunares.
Se espera que la misión del módulo Odysseus dure aproximadamente siete días terrestres en la superficie lunar, concluyendo al ponerse el sol en Malapert A debido a que no está diseñado para resistir el intenso frío de la noche lunar.
